Disco super reciente de Terrorizer, los señores que nos traen una mezcla perfecta entre Death y Grindcore (quitándole las cosas malas al grind, así que nos queda una combinación bastante sólida y atractiva).
Terrorizador comenzaron cómo un grupo de grind a la antigua normal y corriente. Con "a la antigua" me refiero a que sus dos primeros álbumes se trataban principalmente de un hardcore punk exagerado con muchos elementos de metal presentes, a diferencia del grindcore de hoy en día (trutrutrutrutru grugrugrugrugru), que poco tiene que ver con esa escena musical. Con Hordes of Zombies dieron un salto hacia el Death dándole mucha más brutalidad al asunto. A muchos fans del grind les disgustó, mientras que los deathmetaleros pudimos añadir orgullosamente otro camarada a nuestras filas. No negaré que especialmente su primer trabajo representa uno de los pilares fundamentales del grindcore, péro sinceramente, éste es mejor señores.
Hay que decir, cómo apunte, que se toman su trabajo con una calma increíble. Primer álbum en 1989, segundo en 2006, y el que nos ocupa a principios de 2012.
Dejemos la banda para centrarnos en el CD, que tiene ciertas características a las que no estamos acostumbrados. Para empezar, y para que veamos que no han perdido sus raíces, tiene nada menos que 14 canciones, ninguna más larga de los tres minutos y medio. Por suerte no se decidieron a producir un disco de más de cincuenta canciones de treinta segundos, que también hubiera podido ser.
Se permiten una pequeña intro, péro después de ésta no nos van a dar ni un solo segundo de respiro. Centrémonos primero en el que es sin duda mi elemento favorito de éste álbum: la batería. Oh. Dios. Mío. A todos nos gustan los blast-beats, péro Pete Sandoval (por cierto, batería a tiempo completísimo de Morbid Angel desde sus inicios) es un maestro en ése arte. Nunca he visto a nadie combinar tan fácilmente rápidez con contundencia. Es fácil que el primer o el segundo elemento se queden cortos, péro no aquí, chicos.
La guitarra y el bajo son un constante tremolo, de principio a fin del CD, alineándose a la perfección con la batería antes descrita. La voz no se va por las ramas, se dedica a desgarrar al máximo sin expresarse mucho. Nos podría recordar un poco a Chris Barnes en cuanto a su característica monotonía, aunque ésta es un poco más grave y también se centra más en la lentitud y en la atmosfera.
Una sensación extraña que nos deja éste trabajo en su conjunto, es que acaba pareciendo una especie de droga. A mi me pasó desde el primer momento, y no soy el único. Necesitaba mi ración diaria de Hordes of Zombies. ¡Comprobadlo vosotros mismos con Subterfuge!
Mejores canciones: Subterfuge, Hordes of Zombies, Evolving Era
Nota: 8/10
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